Testimonios de migración en la exposición 'Collage La Serena'

La muestra, puesta en marcha por Diputación de Badajoz a través de la Asociación de desarrollo 'Rurex', está formada por paneles en los que aparecen nueve personas que protagonizan nueve historias diferentes. Historias de personas procedentes de otros países que viven y conviven en distintos pueblos de la comarca de la Serena. Algunos más de tres décadas y otros apenas unos meses, con el denominador común del coraje de dejarlo todo atrás para empezar de nuevo en un territorio completamente desconocido.

Tres de los testimonios corresponden a Oscar, Roxana y Facundo, un peruano y dos argentinos que llegaron hasta Castuera para comenzar una nueva vida.

Roxana relata cuando decidió dejar Rosario, Argentina, para acompañar a su hermana Analía y a su cuñado Carlos en un proyecto de teatro, que después se convertiría en todo un referente de la escena extremeña. De este modo se mantuvo cerca de la familia ayudando a la crianza de sus sobrinos junto con la oportunidad de mejorar su situación lejos de su país, donde la situación estaba muy complicada. Después de 20 años en Castuera, las gentes, las calles y sus vecinos y vecinas forman parte de su felicidad.

Facundo, jugador de fútbol de CD Castuera, también llegó de Argentina con apenas dos años cuando su familia se trasladó a España por motivos laborales. Su padre trabajaba en una constructora y le trasladaron a Málaga, donde nació la última de sus hermanas. Su carrera deportiva la comenzó con cinco años compaginado su etapa escolar con su gran pasión por el fútbol. A pesar de su juventud, Facundo ha jugado en varios clubs de la provincia de Málaga y en el Extremadura de Almendralejo, hasta que en septiembre del pasado año 2020 fichó por el CD Castuera, donde 'Facu' se siente querido por sus compañeros de plantilla. Facundo es una persona muy familiar, le cuesta estar lejos de la familia, pero confiesa sentirse muy cómodo en la localidad.

Oscar nació en Sullana, Perú, allí dejo a su familia aventurándose en España en busca de una vida mejor. Venía huyendo de la delincuencia y de la inseguridad que se daba en su país. Cuando llego a España, los primeros años se estableció en Madrid, donde trabajó en la construcción y en otros oficios del sector servicios. A Castuera llegó hace 18 años cuando conoció a Laura, con la que se casó después de tener dos hijos. Hace 15 años que trabaja en el matadero comarcal de Castuera, rodeado de personal que le quieren y le apoyan. Echa de menos su cultura, su familia y sus amigos y amigas, pero tiene claro que su lugar está aquí junto a la familia que ha creado.

Además de estos tres testimonios, la exposición recoge las historias de otras seis personas más que llegaron de lugares como Angola, Guatemala o Marruecos y que ahora viven en Quintana o Zalamea, dos poblaciones de la comarca de la Serena en las que tienen su hogar.